Tomás no sabía la razón de haber perdido su voz.
Aquella mañana, Tomás se levantó de la cama, se estiró y con los ojos medio cerrados, encendió la luz. Poco a poco fue abriendo los ojos. Se puso las zapatillas y bajó corriendo a la cocina. Allí estaba su hermana que le dio los buenos días.
Tomás puso la radio mientras cogía los cereales del armario. Intentó cantar, pero no le salía la voz. Se asustó. Intentó hablar, pero no lo consiguió. Su hermana le miraba fijamente y le preguntó qué le pasaba. Tomás intentó hablar, pero tan sólo movió los labios, sin emitir ni un solo sonido. Corrió a su habitación, sacó de su mochila un cuaderno y arrancó una hoja. Cogió un bolígrafo de encima de la mesa y bajó corriendo a la cocina.
Le explicó a su hermana lo que le pasaba, escribiéndolo en la hoja. Su hermana estaba preocupada, así que se vistieron y fueron a ver a un amigo de ella que era cantante y sabía mucho sobre la voz.
El amigo de su hermana se llamaba Diego. Para él esto era muy raro, porque nunca se imaginó que alguien perdiera la voz de repente, sin causa física aparente. Tomás también era cantante y estaba más preocupado que nunca, porque en tres días tenía un concierto en Australia con su banda. Diego le dijo que fuese a su casa a descansar mientras su hermana se quedaba con Diego.
Empezaron a hablar sobre el tema. La hermana de Tomás le dijo a Diego lo del concierto en tres días y no sabían qué hacer, si debían cancelarlo o no, ya que era una decisión muy importante.
Tomás llegó a su casa, su madre le preparó la comida y él la rechazó.
Sus amigos empezaron a llamarle para poder practicar la nueva canción. Él no cogió el móvil. Sólo mandó un mensaje de texto, pidiéndoles que vinieran a su casa lo más rápido posible. Y allí se presentaron todos. Le preguntaron qué pasaba y el no respondía hasta que escribió en una hoja que no podía hablar.
Todos los de la banda le preguntaban que cómo había perdido la voz. Entonces Tomás les contó todo lo que había sucedido ese día tan extraño. Empezaron a buscar una solución y no se les ocurría nada. Llegó su hermana con un vaso de leche para Tomás. Decía tener una solución: poner la canción grabada y hacer como que cantaba.
Cogieron la furgoneta de la banda...
... y fueron de camino al aeropuerto mientras iban practicando lo que habían pensado. Al principio les salía mal, pero al final les fue saliendo mejor. Cuando llegaron al aeropuerto, vieron la salida del avión y que se iba a retrasar una hora. Esto era una ayuda para poder practicar más. Por fin llegó el avión y despegaron.
Una vez en el avión, Tomás se aburría y se puso a escuchar música. Pero como en el avión no se pueden encender aparatos electrónicos, el avión empezó a descender. Entonces, por el altavoz que salía del asiento, empezó a hacer su función, que era la de transmitir lo que decía la azafata. Lo que dijo fue: "por favor apaguen sus aparatos eléctricos, porque si no el avión descenderá y tendremos un accidente". Pero Tomás no escuchó el aviso al tener los cascos puestos. El avión continuó descendiendo desde los quince mil pies a los cinco mil.
Entonces, cuando el avión estaba a punto de chocarse...
...Tomás desconectó el aparato electrónico y a tan solo cien metros del suelo, el piloto del avión hizo una maniobra rápida e impidió que el avión cayera y siguió hacia su destino.
Al llegar, cogieron el primer taxi que vieron y fueron corriendo hasta el lugar de la actuación. Cuando estaban preparando el escenario, haciendo la prueba de sonido, de luces y de vestuario, se dieron cuenta de que Tomás había recuperado algunas palabras - incluso no sonaba mal - pero así no podría hacer que cantaba. Estaban muy preocupados cuando a alguien se le ocurrió...
Se le ocurrió preguntarle a Tomás si se acordaba de lo que había hecho antes de poder decir algunas palabras. Tomás le dijo que había estado escuchando música en el avión, pero que él no creía que fuera eso lo que le habría hecho recuperar palabras. La persona que se lo había preguntado le sentó en una silla y le puso a escuchar música. Pasado un rato, Tomás seguía diciendo las mismas palabras. Escuchar música no había funcionado, así que siguieron pensando en la solución.
Le miraron la garganta y vieron que tenía anginas. Le dijeron que tenía que estar sin cantar un tiempo. Al escuchar esa noticia, se puso a llorar. El médico le tranquilizó, pero Tomás no paraba de llorar y lde dijo que él no podía dejar de cantar.
Llegaba la hora de la actuación. Todos estaban nerviosos. No sabían qué hacer. Tomás seguía escuchando música, pero no hacía efecto. El público empezaba a llegar y nadie había preparado la parte del cantante. La madre de Tomás le dió la idea de hacer "playback". Todos estuvieron de acuerdo. La madre cogió la grabación de la actuación anterior de su hijo y empezaron la actuación en cinco, cuatro, tres, dos, uno...
continuará
Aquella mañana, Tomás se levantó de la cama, se estiró y con los ojos medio cerrados, encendió la luz. Poco a poco fue abriendo los ojos. Se puso las zapatillas y bajó corriendo a la cocina. Allí estaba su hermana que le dio los buenos días.
Tomás puso la radio mientras cogía los cereales del armario. Intentó cantar, pero no le salía la voz. Se asustó. Intentó hablar, pero no lo consiguió. Su hermana le miraba fijamente y le preguntó qué le pasaba. Tomás intentó hablar, pero tan sólo movió los labios, sin emitir ni un solo sonido. Corrió a su habitación, sacó de su mochila un cuaderno y arrancó una hoja. Cogió un bolígrafo de encima de la mesa y bajó corriendo a la cocina.
Le explicó a su hermana lo que le pasaba, escribiéndolo en la hoja. Su hermana estaba preocupada, así que se vistieron y fueron a ver a un amigo de ella que era cantante y sabía mucho sobre la voz.
[Fragmento de Laura Amores]
El amigo de su hermana se llamaba Diego. Para él esto era muy raro, porque nunca se imaginó que alguien perdiera la voz de repente, sin causa física aparente. Tomás también era cantante y estaba más preocupado que nunca, porque en tres días tenía un concierto en Australia con su banda. Diego le dijo que fuese a su casa a descansar mientras su hermana se quedaba con Diego.
Empezaron a hablar sobre el tema. La hermana de Tomás le dijo a Diego lo del concierto en tres días y no sabían qué hacer, si debían cancelarlo o no, ya que era una decisión muy importante.
Tomás llegó a su casa, su madre le preparó la comida y él la rechazó.
Sus amigos empezaron a llamarle para poder practicar la nueva canción. Él no cogió el móvil. Sólo mandó un mensaje de texto, pidiéndoles que vinieran a su casa lo más rápido posible. Y allí se presentaron todos. Le preguntaron qué pasaba y el no respondía hasta que escribió en una hoja que no podía hablar.
[Fragmento de Dahyanna Ayala]
Todos los de la banda le preguntaban que cómo había perdido la voz. Entonces Tomás les contó todo lo que había sucedido ese día tan extraño. Empezaron a buscar una solución y no se les ocurría nada. Llegó su hermana con un vaso de leche para Tomás. Decía tener una solución: poner la canción grabada y hacer como que cantaba.
Cogieron la furgoneta de la banda...
[Fragmento de Raúl Barcenilla]
... y fueron de camino al aeropuerto mientras iban practicando lo que habían pensado. Al principio les salía mal, pero al final les fue saliendo mejor. Cuando llegaron al aeropuerto, vieron la salida del avión y que se iba a retrasar una hora. Esto era una ayuda para poder practicar más. Por fin llegó el avión y despegaron.
[Fragmento de Alberto Benito]
Una vez en el avión, Tomás se aburría y se puso a escuchar música. Pero como en el avión no se pueden encender aparatos electrónicos, el avión empezó a descender. Entonces, por el altavoz que salía del asiento, empezó a hacer su función, que era la de transmitir lo que decía la azafata. Lo que dijo fue: "por favor apaguen sus aparatos eléctricos, porque si no el avión descenderá y tendremos un accidente". Pero Tomás no escuchó el aviso al tener los cascos puestos. El avión continuó descendiendo desde los quince mil pies a los cinco mil.
Entonces, cuando el avión estaba a punto de chocarse...
[Fragmento de David de Blas]
...Tomás desconectó el aparato electrónico y a tan solo cien metros del suelo, el piloto del avión hizo una maniobra rápida e impidió que el avión cayera y siguió hacia su destino.
Al llegar, cogieron el primer taxi que vieron y fueron corriendo hasta el lugar de la actuación. Cuando estaban preparando el escenario, haciendo la prueba de sonido, de luces y de vestuario, se dieron cuenta de que Tomás había recuperado algunas palabras - incluso no sonaba mal - pero así no podría hacer que cantaba. Estaban muy preocupados cuando a alguien se le ocurrió...
[Fragmento de Paloma Bueno]
Se le ocurrió preguntarle a Tomás si se acordaba de lo que había hecho antes de poder decir algunas palabras. Tomás le dijo que había estado escuchando música en el avión, pero que él no creía que fuera eso lo que le habría hecho recuperar palabras. La persona que se lo había preguntado le sentó en una silla y le puso a escuchar música. Pasado un rato, Tomás seguía diciendo las mismas palabras. Escuchar música no había funcionado, así que siguieron pensando en la solución.
[Fragmento de Carmen Calatayud]
Le miraron la garganta y vieron que tenía anginas. Le dijeron que tenía que estar sin cantar un tiempo. Al escuchar esa noticia, se puso a llorar. El médico le tranquilizó, pero Tomás no paraba de llorar y lde dijo que él no podía dejar de cantar.
[Fragmento de Beto Carreño]
Llegaba la hora de la actuación. Todos estaban nerviosos. No sabían qué hacer. Tomás seguía escuchando música, pero no hacía efecto. El público empezaba a llegar y nadie había preparado la parte del cantante. La madre de Tomás le dió la idea de hacer "playback". Todos estuvieron de acuerdo. La madre cogió la grabación de la actuación anterior de su hijo y empezaron la actuación en cinco, cuatro, tres, dos, uno...
[Fragmento de Mireia Cifuentes]
continuará