La intrincada yuxtaposición del dilema churrigueresco surgida gracias a la maquiavélica pasividad del zopilote (Primer relato de 2ºD).

Aquella mañana Manuel salió a la calle con su guitarra dispuesto a comerse el mundo.

Quiso tocar en todas partes; España, Alemania, Italia, Francia y muchos otros países. Pero sólo tenía ochocientos euros para hacer su viaje.
[Fragmento de Adrián Agra]

Así que pensó que podría ganar algo más de dinero si salía todas las mañanas a la calle para ahí tocar su guitarra.

A Manuel se le daba muy bien la música. Hasta tocaba tres instrumentos - la flauta, la guitara y el bajo. Su especialidad era la guitarra y su canción favorita era "All You Need is Love", de los Beatles.

Se sentó en la acera de la Gran Vía y empezó a tocar su guitarra.
[Fragmento de Sara Álvarez]

Al principio la gente le miraba raro porque tocaba una música diferente, pero luego se formó un gran corro a su alrededor. Se pusieron a bailar y a cantar. Al cabo de unas horas ganó suficiente dinero para irse a otra ciudad y seguir tocando allí.
[Fragmento de Marta Flores]

Se fue a tocar a las Islas Fiyi (en inglés Fiji). Allí estaban los Beatles dando un concierto y de repente sonó su canción favorita. Quiso ir a saludarles y ellos le pidieron que tocase algo. Les gustó tanto que le pidieron que se uniese al grupo en la gira mundial.

Los habitantes de la isla eran muy diferentes entre ellos así que unos se divertían con su música y otros se aburrían. Pero daba igual, a él le encantaba estar allí.
[Fragmento de María Gaspe]

Manuel prefirió no seguir más tiempo en las islas y se fue, ya que había encontrado un trabajo en un bar, tocando, y estaba empezando a enamorarse de la camarera de aquel bar. Los Beatles insistieron, pero Manuel siguió diciendo que no.

A Manuel se le ocurrió la idea de que ellos tocaran con él en el bar aquella noche y a los Beatles les pareció una buena idea y aceptaron.

Habían quedado a las ocho en el bar y Manuel estaba muy nervioso. Llegó la hora y el concierto les salió genial. La gente decía que les había encantado la música porque, aún siendo muy tranquila, era excitante a la vez.
[Fragmento de Silvia Gil]

Cuando terminó el concierto, la camarera que le gustaba se le acercó y le dijo que tocaba genial. Él se puso rojo y con voz tímida le dio las gracias. Pasaban los días y Manuel seguía tocando en ese bar, pero no se atrevía a pedir salir a Caroline (que así se llamaba la camarera) hasta que se armó de valor y se lo dijo firmemente. Ella acepto y quedaron en el muelle a las nueve.
[Fragmento de Fernando Gómez]

Manuel llegó al muelle y vio a Caroline esperándole. Se lo pasaron muy bien. Al día siguiente volvió a tocar al bar, pero Caroline ya no estaba. Preguntó a todo el mundo si sabía dónde estaba y al final otro camarero le dijo que se había ido con su familia a Nueva York.
[Fragmento de Alica González]

En ese momento, Manuel se acordó que tenía que ir por la tarde al aeropuerto para despedirse de sus tíos que se iban a Nueva York por dos semanas y decidió volar con ellos. Sólo llevaba la guitarra y un peine. Al llegar al aeropuerto de Nueva York fue a recoger su equipaje y vio que alguien se lo estaba llevando, así que corrió hacia la persona que lo había cogido.
[Fragmento de Silvia Gordon]

Cuando llegó hasta ella, le dijo que eran sus maletas. Entonces miraron las etiquetas y se podía leer "José Rodríguez". Manuel volvió donde estaban las maletas y, por fin, a la media hora de haber llegado, aparecieron sus maletas. Manuel y sus tíos salieron del aeropuerto y cogieron un taxi.
[Fragmento de Adrián Herguido]

Al llegar al centro de la ciudad fue en busca de una guía de teléfonos para así poder buscar a Caroline. Al teléfono de "Caroline Forbes" respondió una señora de voz amable que sería la madre de Caroline y al explicarle su situación, le dijo dónde vivían. Manuel tuvo que desplazarse hasta la zona más alejada de Manhattan, aun distrito llamado "Mystic Falls", donde no había edificios de más de tres plantas. Parecía un pequeño pueblo.

Al encontrarse con Caroline le contó todo lo que sentía por ella y cómo en tan poco tiempo se había enamorado de ella. Le cantó una preciosa canción cursi para seducirla. Caroline le respondió que no podía estar con él, que era complicado. Pero Manuel no se rindió. Insistió e insistió hasta que Caroline le contó la verdad. Al principio no se lo podía creer, era absurdo. Pero empezó a pensar en sus reacciones, en su forma de ser. Tras la noticia de Caroline le invitó a tomar una deliciosa tarta de queso (que lo mejor del mundo) junto a su madre, que era la sheriff del pueblo.

Manuel, para desahogarse, compuso una canción, que sería una de las canciones más épicas de la historia: "qué hacer si tu novia es un vampiro".
[Fragmento de Iris Irimia]

Manuel intentó olvidarse de Caroline, incluso tiró las hojas en las que tenía escrita su canción.

Se alojó en Nueva York con sus tíos y siguió dando conciertos por ahí, en locales, restaurantes...

Él no lo sabía, pero Caroline iba a verle siempre que podía y hasta ponía alguna moneda cuando él no miraba. Tardo unas semanas en olvidarla, hasta que, mientras estaba dando un concierto en un local, la vio entre el público.
[Fragmento de Candela Jiménez]

Cuando acabó el espectáculo fue a hablar con ella. Él le dijo que la había intentado olvidar pero ese sentimiento no se podía ir. Entonces quedaron para tomar algo y charlar tranquilamente. Caroline le quería pero tenía miedo de decírselo y que la rechazara al ser un vampiro.

Esa noche Manuel no pudo dormir, pensaba en que era peligroso estar con ella ya que era un vampiro, pero no sabía si estaba empezando a sentir algo y no se quería arriesgar.
[Fragmento de Susana López]

Sin pensarlo, los dos fueron a tomar algo a un restaurante, y mientras Caroline le decía lo bien que había estado en el concierto, siete sombras se iban acercando a Manuel.

De repente ella dijo:
- ¿Qué haces aquí tío Charly?

Las siete sombras resultaron ser la familia de Caroline que le dieron una muy calurosa bienvenida como "amigo" de ella. En muy poco tiempo toda la familia se unió a la mesa y Manuel, agobiado, sin saber que hacer se marchó de aquel lugar sin haber entendido nada de lo ocurrido.
[Fragmento de Marina Martín]

Manuel se fue a su casa pensando en cómo decirle que su familia al enterarse le dijeron que la matara, pero Manuel no podia hacerlo. La llamo y quedaron cerca de donde estaba el bar donde Manuel había tocado días antes. Estuvieron hablando y se hizo de noche.

Aparecieron veinte zombis que mordieron a Manuel y lo que le pasó es que al morderle solamente, se iba a convertir en zombi por las noches. Caroline se quedó expectante. Manuel, sin saberlo, se marcha, y va a la casa de los padres de Caroline.

Cuando llegó a la casa de Caroline, se encontró a toda su familia muerta. Quedaron al día siguiente y de repente hubo un eclipse solar. Manuel se convirtió otra vez en zombi. Atrapó a Caroline, cogió una estaca y se la clavó, matándola. 
[Fragmento de Víctor Martínez]

A la mañana siguiente, Manuel pensó en lo que le había sucedido en los últimos tiempos y decidió que era hora de darle un giro importante a su vida. Decidió viajar a un sitio donde tuviera muchas oportunidades de triunfar musicalmente y no aparecieran veintenas de zombis de la nada.

Así que cogió el vuelo directo Nueva York - Calahorra, que si hay un aeropuerto en Castellón y otro en Ciudad Real, ¿por qué no va a haber uno en Calahorra? Manuel tuvo algunos problemas ya que el vuelo era nocturno, pero como era un hombre previsor se había llevado el fiambre de su ex-novia para calmar sus ansias de carne humana, que además no se distinguía mucho de la comida que se sirve en los aviones. 

Llegado ya a la tierra de las oportunidades, nuestro protagonista empezó por construirse una chabola donde componer sus magistrales obras de arte.

Un futuro esperanzador le esperaba.
[Fragmento de Juan Méndez]

Al oír un ruido extraño se sobresaltó, vio que se encontraba en una sala blanca y a lo lejos se distinguía una figura que le resultaba familiar, esta se acercaba, hasta que Manuel la pudo reconocer. Era Caroline, su querida y amada Caroline.

Ella le dio un beso dulce en los labios, así confirmando que todo lo que había pasado, en verdad no había pasado, y que fue la causa de su estrés, así probando un desmayo. 

El médico le dijo que ya no podría tocar la guitarra, hasta que recuperase del todo. Manuel dijo que su vida sin música ya no sería vida. Por lo tanto decidió cantar (como las sirenas para ser exactos, porque las sirenas cantan de maravilla y eso a Manuel le encantaba, cosa que molestaba a Caroline, porque ella no sabía cantar).

El médico le recetó veinte gramos semanales de Haribo recién sacados de la bolsa, por lo tanto no tardaría en recuperarse.
[Fragmento de María Monterrubio]

Cuando estuvo Manuel ya fuera del hospital, su novia Caroline, decidió llevarle a Nueva York de nuevo, pero esta vez como visita romántica. Cuando estaban viendo la Estatua de la Libertad, vieron que había gente haciendo "puentin" y como a ellos les gustaba el riesgo, decidieron hacerlo también. 

El amable señor les dio las indicaciones de cómo debían hacer el "puentin" y Caroline saltó primero. Mientras caía tuvo un problema con la goma elástica del salto. Ésta se le enrolló al cuello y la acabo asfixiando. Manuel estaba destrozado por el fallecimiento de su amada. Esta vez no era un sueño. Estaba muerta de verdad y ya no volvería a estar con ella, a abrazarla, a quererla nunca más
[Fragmento de Itziar Moreno]

Después de un par de semanas, Manuel decidió olvidar lo que había ocurrido, y volvió a conseguir trabajo en un bar donde cantaba a la vez que tocaba la guitarra todas las noches. Pero no podía olvidarse de Caroline, no hacía más que pensar en ella, sobre todo cuando cantaba. Manuel decidió componer canciones sobre ella, y por las noches las tocaba con una sonrisa en la cara.
[Fragmento de Paula Ortega]

Unos días más tarde un señor que entró en el bar le dijo que era un cazatalentos y que le ofrecía trabajo como telonero de Efecto Pasillo, grupo que le gustaba mucho a Manuel. El primer día de su nuevo trabajo Manuel estaba muy nervioso porque acababa de conocer a sus ídolos antes de salir al escenario. Como le vieron muy nervioso los del grupo le tranquilizaron y le salió muy bien la actuación delante de cincuenta mil personas en un concierto benéfico.
[Fragmento de Carlos de la Ossa]

Manuel estaba muy contento porque le había salido muy bien, pero a la vez triste porque se acordaba mucho de Caroline. El grupo de Efecto Pasillo le dijo a Manuel que si quería seguir en el grupo, Manuel contesto que no porque echa de menos a Caroline y no puede cantar muchas canciones porque se acuerda de ella y se emocionó. El grupo lo entendió y le dio su número por si algún día se animaba.

Al día siguiente, Manuel se despertó y decidió ir a dar un paseo. Pasó por delante de una tetería donde había un precioso perro abandonado. Manuel lo recogió y se lo llevo a su casa para cuidarle. Con el tiempo Manuel se fue olvidando de Caroline porque Shifu, que es como llamó al perro, se fue apoderando de su felicidad. Shifu era juguetón, tranquilo y divertido. Manuel jugaba todas las tardes con Shifu. Al cabo de un mes Shifu enfermó pero Manuel le llevo al veterinario y la doctora que atendió a Shifu le dijo que se había resfriado.

Manuel se enamoro de Blanca la doctora de Shifu.
 [Fragmento de Ana Palacios]

Pero a los dos meses Shifu murió y Blanca le dejo .Se volvió a poner muy triste y recordó a Caroline también. Cuando recordó que debía tomarse los haribos, se le ocurrió vengarse. Unos haribos asesinos que podría controlar con la música. Pero al mes se le olvidó cómo controlarlos. Sería el Apocalipsis o como él lo llamaba el haribolipsis
[Fragmento de Juan Parrabera]

"¿Quién soy?" y "¿Dónde estoy?" son las preguntas más frecuentes cuando te das un golpe en la cabeza. Pero lo primero que se le ocurrió a Manuel fue "¿Donde están Shifu y Blanca?"

Manuel se levantó del suelo de su casa y fue al dormitorio donde se encontraba Shifu plácidamente dormido. Tras comprobar que su perro estaba bien, Manuel llamó a Blanca, quien le saludo con un cariñoso "Hola, Manu".

Todo había sido una horrible pesadilla. Y sin saber por qué, a su cabeza le llegaba el nombre de Caroline, pero no recordaba nada sobre esta muchacha. Todo estaba bien y decidió una cosa: se uniría al grupo de Efecto Pasillo.
[Fragmento de Jorge Rivera]

Manuel habló con el mánayer de Efecto Pasillo y este le comunicó que su primer concierto sería en Springfield. Manuel se alegró muchísimo pues recordó que allí tenía unos viejos amigos llamados los Simpson. El mánayer le dijo que saldrían al día siguiente por la mañana. Manuel fue corriendo hacia su casa a preparar la maleta y a buscar a su vecina para que cuidase de Shifu mientras estaba fuera.

Ya era por la mañana y Manuel estaba esperando en la puerta de su casa al autocar que les llevaría a Springfield. Al cabo de una hora llegó el autocar, subió y se sentó en su sitio. Al cabo de un rato se durmio.

Se despertó y por la ventanilla del conductor le pareció ver a Caroline, pero el autocar la pasó por encima. Manuel pensó que sería un espejismo (en realidad no, la habían matado ya por cuarta vez). Cuando llegaron a Springfield, Manuel se bajó en casa de los Simpson, pues estaría allí alojado.

Llamo a la puerta y una amable señora de pelo azul le abrió. Pasó al vestíbulo y desde allí obserbó a un gran hombre muy muy muy muy muy gordo tirado en el sofá, en calzoncillos. Éste, al verle, se puso de pie y se vistió. Se prensentó:

- ¡Hola! soy Homer Simpson.
- Buenas tardes. Yo soy Manuel y me alojaré aquí durante una semana.

De repente bajaron dos niños pequeños por las escaleras llamados Bart y Lisa. A Manuel no le dio tiempo a presentarse, pues los niños se fueron corriendo. Homer vio la guitarra de Manuel y la cogio. Se puso a tocarla y lo hacia sorprendentemente genial y Manuel le ofreció que tocase con Efecto Pasillo en el concierto del sábado.

Homer no se lo pensó dos veces y dijo que sí, pero con la condición de que su vecino Ned Flanders fuese su guardaespaldas.
[Fragmento de Daniel Sahuquillo]

Al día siguiente Manuel bajó de su habitación para desayunar. Mientras él cogía un vaso de agua, Homer se tomó su desayuno. Se tuvo que ir al Krusty Burger a desayunar. Allí encontró sentado a Flanders y le dijo lo del concierto de esa misma noche.

Antes de ir al concierto Flanders llamó a la puerta y le dijo a Homer:

-¿Vecinillo cuándo empieza el conciertillo?
Homer dijo que ahora y pensó: "qué vecino mas plasta me ha tocado. ¿No me podría haber tocado Moe?"

Flanders entró en casa de los Simpson y esperó hasta el inicio del concierto. Cuando era la hora fueron al Badulaque donde estaba Apu. Empezó el concierto y Flanders empezó a dar puñetazos (aunque parezca raro) a los fans porque no paraban de subir y bajar del escenario. Con una hora de retraso el concierto empezó y todo el mundo se lo pasó muy bien.
[Fragmento de Luis Samper]

Tras la "destrucción" de los HARIBOS quedó un superviviente, pero de repente el último HARIBO fue devorado por HOMMER SIMPSON que confundió al HARIBO con un donut de chocolate. HOMMER SIMPSON, con menos hambre después de ese fantástico HARIBO de fresa, con el poder de su mente prodigiosa combinó los HARIBO con su grasa corporal, convirtiendo así a los HARIBO en HARIBOFALETES. Unas pequeñas máquinas de matar que aplastaban y devoraban todo a su paso, provocando así la vuelta de la HARIBOLIPSIS. Caroline fue devorada por un HARIBOFALETE (que, a pesar de lo que dice Iris de los vampiros, sí mueren con el ataque de los HARIBOFALETES). 

Aunque en mi opinión están más buenos los HARIBOS verdes.
[Fragmento de Daniel Saugar]

La ciudad seguía invadida de HARIBOFALETES, pero con el cambio climático cada vez fue empeorando su situación y muchos de ellos murieron.

Cuando solo quedó un HARIBOFALETE y todo los ciudadanos parecían más tranquilos ante la situación, aquel HARIBOFALETE superviviente se fue ha echar una siesta junto a una antena parabólica. Se tumbó sin darse cuenta en la antena y sufrió un gran pinchazo. Los HARIBOFALETES albergan en sus grandes cuerpos una sustancia muuuuuuy peligrosa llamada ZUMO DE FRUTAS, y que desintegra todo lo que hay a su alrededor por lo que, al pincharse con aquella antena parabólica, empezó a extenderse aquel ZUMO DE FRUTAS (equivaldría a la sangre humana, pero a lo bestia.) y todo los habitantes de aquella pequeña ciudad murieron, dejando toda la tierra libre para los HARIBOFALETES...
[Fragmento de Paula Sánchez]

Todos, excepto uno...Manuel, que como anteriormente había tomado como medicación jugo de frutas de los haribo, se había hecho inmune a la haribolipsis.

Durante todo este tiempo, Manuel estuvo encerrado en el sótano con la única compañía de sus pensamientos. De éste modo, pudo organizar todos los acontecimientos, llegando a la conclusión de que no tenía suerte en el amor y de que el vacío de su corazón, antes ocupado por el amor de Caroline, jamás podría completarse de nuevo.


Oyó un 'tic' constante que procedía de la caída de unas gotas de colorines por el techo. Se colocó debajo de una de ellas y, como se suele hacer cuando llueve, abrió la boca y sacó la lengua para saborearla. Resultó ser una especie de sabor a frutas, y decidió subir arriba a investigar...


No podía creer lo que estaba viendo: un mundo plagado de haribos que bebían zumo de frutas de los árboles como si fueran fuentes y, por si fuera poco, no había rastro de humanos, ni edificios, ni coches. 

Manuel estaba boquiabierto, hasta que oyó una dulce voz a sus espaldas que se dirigía hacia él. Cuando se giró, observó como una osita del color de las fresas lo miraba fijamente. Manuel se limitó saludar y, para su sorpresa, comprobó que ella también podía hablar. Le preguntó sobre qué lugar era ese y ella respondió con un simple "un mundo que se muere". Manuel quiso ayudar y escuchó atentamente el problema de la osita. 

Resultaba que hacía mucho tiempo que no llovía en aquel lugar. Manuel subió a una montaña y comenzó a realizar la danza de la lluvia. El esfuerzo que realizó fue tan extremo que, cuando caía la primera gota del cielo seguida de muchas otras, se desplomó en el suelo quedándose sin respiración. Los haribos recordaron por siempre lo que hizo Manuel por ellos y, en agradecimiento, fueron al planeta Tierra para satisfacer el deseo de saborear su delicioso zumo de frutas a los de la especie de Manuel, lo que hizo que ahora habiten los haribos en todas las tiendas de golosinas y en nuestros dulces corazones.

[Fragmento de Claudia Twose]

FIN